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3,2,1…arranca el Carnaval de Málaga

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El Carnaval de Málaga 2015 arráncó el pasado sábado 24 de enero y pasará a la historia por múltiples motivos: por contar con el máximo número de inscritos (50), por cumplir años (35), por asentar el certamen de cuartetos que casi había desaparecido o por conseguir que el teatro casi haya colgado el cartel de ‘no hay billetes’ horas antes del estreno. Hay mucho carnavalero en Málaga, cada día más.

Los organizadores se muestran especialmente entusiasmados con la celebración del 35.º aniversario de la recuperación de la fiesta moderna. Fue en 1980 de la mano de la murga Los Maomas sin H en la peña Los Ángeles, por lo que a lo largo de estas semanas se quiere reconocer a las personas que hicieron posible aquel regreso con una serie exposiciones por toda la ciudad.

En una edición de estrenos, también ha sido bienvenida la taquilla electrónica en todas las fases, lo que ha evitado las típicas colas a las puertas de los teatros. Las escasas entradas que quedan a la venta pueden adquirirse aún en las taquillas del Teatro Alameda (preliminares) o Teatro Cervantes (semifinales o final) o a través de las páginas web de ambos recintos escénicos. La Fundación ha mantenido los mismos precios que el año pasado y ha sacado abonos para la primera fase al precio de 60 euros y para la fase final con precios que oscilan entre los 45 y los 100 euros.

Más allá del concurso de canto, el Carnaval de Málaga propiamente dicho comenzará el 7 de febrero. Será el momento en el que el teatro deje paso a la calle y los carnavaleros invadan la plaza de la Constitución y aledaños en una fiesta que contará con el pregón de Carlos Pariente, la música de La Mari de Chambao –encargada de versionar el himno– y la elección del Dios Momo y Diosa del Carnaval.

Sin duda una fiesta que se prolongará hasta altas horas de la madrugada y que supondrá el pistoletazo de salida a una celebración callejera que deberá seguir batiendo récords de asistentes, de personas disfrazadas y de grupos participantes en los desfiles. Un broche de oro necesario para seguir creciendo y celebrar otros 35 años más llenos de coplas y de máscaras.