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La Cueva de Nerja celebra el 56 aniversario de su descubrimiento

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La Cueva de Nerja celebra estos días el 56 aniversario de descubrimiento sin ningún acto público, a diferencia de lo que significó en la localidad axárquica y su entorno el homenaje de hace un año a cuatro de sus cinco descubridores y la familia y allegados de José Luis Barbero, el único ya fallecido.

El monumento alcanzó las 387.000 visitas, sólo superado en la provincia por el Museo Picasso Málaga.

Son unos números que por segundo año consecutivo significan un incremento. En los últimos 12 meses, respecto a 2013, la subida se eleva al 2%. Ayer fue un día sin festejos, pero muchos vecinos de la localidad nerjeña de Maro, en cuyas inmediaciones se localiza la cavidad natural más visitada del país, recordaron a las puertas de una nueva celebración de San Antón que cada 12 de enero la Cueva cumple un año más.

Los primeros protagonistas del hallazgo, allá por 1959, fueron los jóvenes Francisco Navas, José Torres, los hermanos Manuel y Miguel Muñoz y el ya reseñado José Luis Barbero y José Torres. Tenían edades comprendidas entre los 13 y 21 años. Pero durante meses el descubrimiento permaneció en el anonimato más absoluto, hasta que el también desaparecido José Padial se adentró en abril de ese año, provisto de su cámara, hasta las entrañas de la gruta nerjeña.

A partir de ahí la historia es internacionalmente conocida. En la prensa provincial quedaron inmortalizadas las instantáneas unos días más tarde y a las 24 horas ya se divulgaban en los principales rotativos del planeta. Sin embargo, poco o nada se sabía en aquellos primigenios instantes sobre la dimensión que llegaría a tener la apertura de la denominada Catedral de la Prehistoria, un recinto que aún hoy en día no deja de arrojar datos sobre la convivencia de nuestra especie con los extinguidos neandertales.

El gerente del monumento, Ángel Ruiz, remarcó ayer la importancia de consolidar el cambio de tendencia en el número de visitas de una cueva que durante más de una década no había dejado de ver reducidos sus números